
«Dispersos» de Pavlo Trieste: Unidad de la herida. Por Eduardo Chocano Ravina
1 de septiembre de 2025Anotaciones sobre «Ruinas Abisales»
Escribe: César Mundaca
1. Advierto un notorio divorcio entre los elementos de la naturaleza marina y la acción del ser humano (por ejemplo, en el poema “El grito del pez sol”). Me llama la atención la connotación de las palabras “grito” y “pez sol”: grito entendido como expresión de hartazgo. “Pez sol” asociado a las nociones de emperador y deidad.
2. “Ruinas abisales” es un conjunto de poemas focalizados, muy especializados, predominantemente cortos.
3. En “Poema al pescador” ocurre una mezcla exquisita de especies marinas con actitudes y sentimientos. Podría haberse titulado “Oda al pescador”.
4. Otra nota característica son los pies de página. Tan necesarios como ilustrativos para delinear, cuidadosamente, el derrotero de la lectura.
5. Percibo el enfrentamiento entre la depredación de las especies y la lucha de estas por sobrevivir. Esto ocurrió tras la lectura en simultáneo con “Canto ceremonial contra un oso hormiguero”, poemario de Antonio Cisneros.
6. “En Juego de mareas” advierto una interpelación, una crítica, un continuo llamado de conciencia, un jalón de orejas a la conducta del ser humano. En “Golpes marinos” es mucho más explícito. Subsiste una aversión hacia la sobreexplotación de la biodiversidad marina. Nuevamente, asoma un conflicto entre la vulgaridad del hombre y la belleza de la fauna oceánica.
7. En “Afloramiento”, el yo poético de la autora detalla, de manera pormenorizada, el miedo o pavor.
8. El poema “Mar tóxico” es un mosaico de los avatares propios de un agresivo navegante. Además, ocurre una suerte de guerra acuática. Otra nota característica es la aparición del elemento de la heroicidad.
9. Hay un juego curioso con la estructura corporal del poema “Eviscerando sueños”, que recuerda las maniobras lúdicas del poeta argentino Oliverio Girondo.
10. En “Aún existe el mar”, la nota saltante es la contundente crítica social.
Sobre el autor
Abogado por la Universidad de Lima. Egresado del Taller de Escritura Creativa de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), Taller Escribir y Emocionar del Fondo de Cultura Económica (FCE Perú) y del Taller de Lectura y Escritura de Poesía (UNSAM, Argentina). Colaboró para la revista Pasacalles (Colombia), el portal literario La Libreta de Irma (México), Retratos Abiertos (Perú), La Primera Piedra, Burak Revista, Agencia Paco Urondo, Calendario Poético y Viajero (Argentina); la revista madrileña Culturamas y la Asociación de Escritores Noveles (Gijón, España). Actualmente, escribe crónicas y artículos literarios para el portal Suburbano (Miami, Estados Unidos) y el blog Con tinta propia (España). “Pequeñas imprudencias” (Amazon KDP 2023) y (Caburé, Argentina 2025) es su primer poemario. Libro que, en diciembre de 2024, fue objeto de estudio en la Universidad de Montreal (Quebec, Canadá).
Presentación: «Ruinas abisales»
Escribe: Martin Carbajo (Martin Melancox)
Como es percibir el inmenso mar entre nuestras manos, si el agua desaparece al instante de querer atraparla, ello es imposible es solo un intento fugaz.
No es muy frecuente encontrar un poemario centrado totalmente en el mar, en este mundo tan místico e inexplorado a profundidad.
Desde el título la autora nos advierte que nos vamos a sumergir, esta vez no en ruinas, sino en la edificación de un lenguaje novedoso, donde el misterio del mar guarda criaturas profundas como sus versos.
La poesía de Catherine nos hace viajar por su territorio marino, donde el ensueño viaja como un barco flotando sobre olas tenues y a veces fuertes, y en el viaje esta nave nos sumerge en un submarino a las profundidades de nuestro sentir.
No solo nos moja suavemente con sus versos el alma, sino que también nos enseña palabras relacionadas al mar y sus alrededores y critica la depredación de mano de los seres se supone son los más inteligentes de la especie.
El ser bióloga marina nos adentra a sus corales de cantos profundos donde el mar, los seres marinos y su mirada en perspectiva es un océano de emociones profundas y la ciencia es poesía pura para sumergirse en cada verso.
La Poesía de Catherine es refrescante como el mar en verano y a veces al subir la marea de lo real nos encontramos con un mar contaminado por la mano humana.
Bien lo dice el poema que da apertura al libro “El Grito del Pez Sol”
Cada poema es una criatura marina que nada en armonía y cada verso tiene faros donde sentirse reflejado en la luz.
Me siento muy honrado de recibir toda esta energía marina nueva para mi dónde ahora mi alma tiene anzuelos para atrapar versos acuáticos y dejar fluir lo que vendrá de manos de nuestra poeta del mar. Cada verso es creado desde ese lado científico que quién lo estudia en su grandeza.
Hay un mar que no figura en los mapas, un mar sin coordenadas donde el silencio es tan denso que parece materia. Allí, entre organismos que respiran luz prestada y criaturas que inventaron la paciencia para sobrevivir, habita la voz de Ruinas Abisales.
No es un mar sereno ni complaciente. Es un territorio de corrientes antiguas, de vértebras oxidadas y ecos que viajan más lento que la memoria. Catherine Rey Clarke nos conduce a esas aguas extremas con la precisión de quien conoce sus nombres científicos, y con la temblorosa ternura de quien ha conversado con ellos en sueños.
Este libro no se lee: se atraviesa como una inmersión. En la superficie, los versos parecen describir fauna y geografía; en el fondo, hablan de heridas humanas, de batallas invisibles, de la lenta erosión que deja la ausencia. La biología se convierte aquí en brújula emocional: una aleta no es solo aleta, una espina no es solo espina; son símbolos que contienen la historia de lo que se resiste a morir.
Ruinas Abisales no ofrece consuelo, sino una mirada que incomoda y seduce al mismo tiempo. En sus páginas se encuentran peces que sangran metáforas, ballenas que arrastran ciudades enteras en sus cantos, y corales que guardan secretos más viejos que el idioma. Todo respira un pulso doble: el latido del océano y el latido de quien lo observa, con la certeza de que ambos están hechos de la misma fragilidad.
Leer este poemario es escuchar la respiración del mundo en un punto de profundidad donde ya no hay luz, pero sí color. Catherine nos recuerda que incluso en lo más oscuro hay formas de vida, y que esas formas, aunque pequeñas, contienen toda la belleza y la tragedia de existir.
Quien se sumerja en estas páginas no saldrá ileso: llevará consigo el sabor de la sal, el peso de la marea, y la certeza de que el mar —ese que vemos, y ese que llevamos dentro— guarda ruinas que merecen ser contempladas antes de que se hundan para siempre.
Sobre el autor
Nombre artístico de Martin Carbajo, vocalista y compositor de la banda de Rock «Ilusión Marchita», es especialista en Gestión Documental. Fundador y director de la revista de Literatura: «Lectores Desechables», fundador del zine «Poetas del Asfalto».Ha publicado la plaqueta de poesía: +»Maltrado Moralmente» (Lima 1992), El libro poemario: «Planeta Oscuro» (Lima 2010) , «Aeropuertos para el alma» (México octubre 2017, Lima 2022) Ha dictado conferencias en Archivística en Colombia, Puerto Rico, Chile, Uruguay, México y Perú. Director de la plataforma Peruoscuro.
Ruinas abisales (Ebook), Catherine Rey Clarke
El mar, en este poemario, es el núcleo de su interés lírico. Poéticamente, con este texto, el lenguaje estético teje una relación de amor entre la autora y el mar, de quien le duele el mal trato que recibe a cambio de todos los bienes que nos provee. El mar, en la poesía de Catherine es vida, energía, riqueza, origen, paisaje; pero el hombre lo intoxica, lo depreda, lo destruye sin ninguna consideración. Felizmente, para ella, el afeamiento por la contaminación humana, promueve en ella una contemplación estética y una relación sentimental que la impulsa a hablar por él, poniéndole su palabra de lamento y reclamo en cada texto.
Con «Ruinas Abisales», Catherine Rey Clarke, está dando un paso firme para recorrer el itinerario profesional, intelectual y humano que se ha trazado como objetivo de vida, emblematizando la unidad de la cultura.
—Noviembre del Bicentenario,
Dr. Iván Rodríguez Chávez
Rector
Universidad Ricardo Palma