Gianfranco Alcarraz nos ofrece su opera prima «Mis versos, tus ojos, mi alma», un poemario escrito con pasión e influenciado fuertemente por la poesía clásica. En estas páginas, el poeta transita por diferentes planos desde la expectativa que generan las ilusiones amorosas, la contemplación de la mujer como criatura divina y enigmática, hasta la reafirmación de la fe absoluta en el Creador y su agradecimiento por salvarlo en un momento crítico de salud. Los versos de Alcarraz son el reflejo de un caballero de otra época que se ve obligado a enfrentar una ciudad altanera, vulgar. Gianfranco persiste en su afán de preservar las buenas formas, los modales; busca retornar al orden tan venido a menos en la actualidad.